Por encima de todo, el embarazo y el parto constituyen un acontecimiento personal y de pareja. Tú y tu pareja sois l@s máximos protagonistas de la historia. Y ello ya desde la propia decisión de tener una hija/o hasta el parto.
Pero cierto es también que a todas nos viene muy bien el recibir una ayuda suplementaria de otras personas que ponen toda su ilusión y su profesionalidad a nuestro servicio, para que si surgiera algún problemilla en ese largo proceso de nueve meses, poder ponerle remedio a tiempo y llevar a buen término el proceso.
Se trata de un ilusionante y siempre inquietante proceso que se pone en marcha como fruto de una entrega mutua y de un proyecto en común.
Nada menos que 200 millones de empeñistas espermatozoides se ponen en marcha para una maratoniana carrera en la que apenas unos pocos llegarán a encontrarse con el óvulo.
200 millones de espermatozoides que entran en esa estancia acogedora, suave, cálida y húmeda que es la vagina femenina. O sea, la suite de lujo de un hotel de 5 estrellas.
Pero para que la fecundación tenga lugar no es suficiente con la presencia de espermatozoides. También es preciso que coincida con la ovulación femenina, es decir, con la presencia de un óvulo que va recorriendo la trompa.
Los inquietos espermatozoides miden apenas 6 centésimas de milímetro. Pese a su microscópico tamaño, están completamente formados: tienen su cabeza, portadora de su carga genética; sus depósitos de energía para mover la cola y poder así avanzar a través del cuello del útero, del útero y de las trompas; y su larga y vivaracha cola, imprescindible para dicho desplazamiento. Nada menos que 1.000 impulsos de sus colas necesitan para avanzar... Apenas 1 solo centímetro. Media hora les lleva recorrer... apenas 10 centímetros.
El maratoniano recorrido va dejando agotados a los espermatozoides, de modo que apenas unos pocos son los que llegan a encontrarse con el óvulo. Y de ellos sólo uno logrará entrar dentro del óvulo. El óvulo es infinitamente más grande que los diminutos espermatozoides, ya que además de su carga genética contiene dentro de sí los nutrientes necesarios para poner en marcha el proceso del embarazo.
En estas 2 impresionantes imágenes vemos el momento justo en que el espermatozoide consigue entrar al interior del óvulo.
En ese momento se desprende de una cola muy útil hasta entonces, pero ahora ya inservible. Inmediatamente el óvulo cierra todas sus compuertas para que nadie más pueda colarse. Apenas unas horas después las dos mitades del material genético -óvulo + espermatozoide- se funden, dando lugar a un nuevo ser, distinto, diferenciado de la madre y del padre. Un ser único.
Y ahora empieza otro viaje: el que le llevará hasta el útero, donde hará el nido. El viaje es suave, sosegado, viajando sobre las paredes bien mulliditas de la trompa. Para no cansarse demasiado y poder así concentrar sus energías en otras tareas, unos pelillos ondulantes le empujan suavemente hacia el útero. El viaje por la trompa sigue felizmente. Tres días después de la fecundación ya no son 2 células, sino 8. Aún está en la trompa y todavía le quedan 2 días más de viaje antes de apalancarse en el útero. Sin embargo, estas pocas células contienen ya toda la información genética necesaria para poner en marcha la creación de todos los tejidos y órganos del cuerpo. De hecho, el proceso ya está en marcha. A partir de aquí se pone en marcha el desarrollo de los diferentes órganos. Para eso, empieza ya a aprovecharse de todas las substancias nutrientes que ha reservado la madre en el útero, habiendo evitado que le bajara la regla. Y sin embargo, todo esto transcurre sin que los padres tengan aún noticia alguna sobre ello. Será más adelante cuando el test de embarazo primero y los cambios corporales después nos permitan darnos cuenta de lo que está pasando.
El hecho de embarazarse, gestar un bebé y traerlo al mundo es la cosa más natural del mundo. Lo hacen todas las mamíferas. Cierto. Pero también es cierto que el hecho de habernos puesto de pie y caminar sobre nuestras patas traseras supuso un estrechamiento de las caderas y del canal de parto, con lo cual el parto se hizo para nosotras un poco más complicadillo que para las hembras del resto de especies cuadrúpedas.
Este hecho, unido a que nuestro espíritu cooperativo era imprescindible para superar dificultades a las que sol@s no hubiéramos podido hacer frente, hizo que nos prestásemos ayuda unas a otras tanto durante nuestro largo embarazo como a la hora de parir.
Esta ayuda se ha ido mejorando y profesionalizando con el tiempo. Hoy en día contamos además con una importante y sofisticada tecnología que nos permite detectar a tiempo posibles problemas. En los siguientes apartados puedes encontrar información sobre las distintas etapas del embarazo y sobre la tecnología y recursos para ayudarte y acompañarte a lo largo de todo el embarazo:
- Seguimiento de embarazo.
- Prueba de embarazo
- Primeras ecografías. Analíticas.
- Conocer el sexo del bebé.
- Ecografía de las 14 semanas. Analíticas.
- Amniocentesis.
- Prueba ARRAY.
- Ecografía de las 17 semanas.
- Ecografías en 3D y 4D.
11 propuestas
En ASKABIDE te ofrecemos -a través de estas 11 propuestas- la posibilidad de ir realizando una serie de diferentes pruebas a todo lo largo del embarazo:
- Un test de embarazo, para confirmar si el proceso se ha puesto en marcha.
- Una ecografía, para determinar el tiempo de embarazo.
- Una ecografía, para la detección precoz de un posible embarazo ectópico.
- Analíticas periódicas, para el control de los marcadores.
- Una ecografía, para determinar el número de embriones, tamaño, latido fetal, movimiento, etc.
- Diagnóstico precoz -a las 8 semanas- del sexo fetal. A través de un análisis de sangre de la madre podemos conocer con un muy alto margen de seguridad el sexo fetal.
- Test de última generación para el diagnóstico prenatal no invasivo
Esta prueba es capaz de detectar anomalías cromosómicas como el síndrome de Down, con sensibilidad próxima al 100 por cien y riesgo cero tanto para la madre como para el feto. - Una ecografía, para medir el tamaño del cuerpo (CRL), de la cabeza (DBP), del Fémur (FL), del Húmero (HL), perímetro cefálico (PC), perímetro abdominal (PA), pliegue nucal (PN), etc.
- Una amniocentesis, la cual nos aporta una muy valiosa información que nos permite descartar o detectar precozmente la presencia o no de posibles anomalías cromosómicas, malformaciones genéticas, defectos enzimáticos, alteraciones de crecimiento del feto y hasta un total de 75 anomalías, entre ellas el síndrome de Down, con riesgo fetal entre el 1 y 2%
- Ecografías periódicas, en las que controlar el tamaño, el peso, la evolución y posición del feto, así como posición de la placenta, líquido amniótico, cordón umbilical y la detección precoz de diferentes problemas que se pudieran presentar. Y la fecha probable de parto.
- Ecografías en 3D y 4D, las cuales ofrecen a la madre y al padre las primeras “fotos” y los primeros “vídeos” en movimiento de su bebé, antes incluso de nacer. Los resultados se les entregan -además- en un pen-drive. Se trata de las primeras imágenes de una colección que ya no tendrá fin.
Si estás embarazada y deseas controlar tu embarazo en las condiciones más adecuadas, si te quieres asegurar de que tu hij@ no venga con malformaciones genéticas, si quieres hacerte una ecografía, la amniocentesis , una analítica o cualquiera de las pruebas arriba señaladas, acercarte a la Clínica Askabide, donde te atenderemos a lo largo de tu embarazo. Llevamos 30 años haciéndolo.