El banco de semen permite congelar espermatozoides por largos períodos de tiempo. Esto se hace con el propósito de tener espermatozoides disponibles para ser utilizados después en un ciclo de inseminación de reproducción asistida. También se hace para hombres que quieran preservar su fertilidad futura antes de someterse a procedimientos que afectan su potencial reproductivo, tales como cirugías pélvicas o del sistema genitourinario (vasectomía, prostatectomía, entre otros), o tratamientos para el cáncer.
En este último caso, sugerimos consultar oportunamente (en lo posible al menos un mes antes del procedimiento) con el fin de lograr criopreservar un número suficiente de espermatozoides, y así optimizar la opción de embarazo futuro.
Para mejorar la posibilidad que los espermatozoides sobrevivan al proceso de congelación, el semen es mezclado con sustancias crioprotectoras al congelarlo y es almacenado en nitrógeno líquido a –196ºC. Sin embargo, no todos los espermatozoides sobreviven a este proceso y puede ocurrir que muy pocos o ninguno sobreviva para ser utilizado posteriormente.
El tiempo que los espermatozoides permanecen criopreservados no parece afectar su viabilidad y no aumenta el riesgo de anormalidades fetales, con respecto al de una concepción natural con semen en fresco.
El tiempo de almacenamiento es prorrogable de acuerdo a las necesidades de cada individuo o pareja.
Requisitos
Realizar pruebas de anticuerpos para HIV (SIDA), antígeno de superficie para hepatitis B, anticuerpos para hepatitis C, serología e IgG/IgM para Citomegalovirus y Chlamydia Tracomatis.
Si deseas más información sobre el Banco de semen, puedes ponerte en contacto con nosotros o acercarte a la Clínica Askabide, para pedir cita y ayudarte lo antes posible. Llevamos más de 30 años ayudando a nuestros pacientes.