La Medicina Integrativa Reproductiva, surge de la unión de la medicina reproductiva asistida convencional con procedimientos naturales especialmente seleccionados por su compatibilidad con los procedimientos médicos y por su eficacia demostrada en esta área. Mediante el apoyo y preparación sobre el terreno bioenergético con procedimientos naturales se incrementa la vitalidad, se refuerzan los mecanismos de autorregulación y reparación que todo organismo posee, haciendo especial hincapié en el equilibrio hormonal, las funciones ováricas y uterinas de la mujer, así como en la formación de esperma del hombre. De esta manera se consigue una importante mejora en la respuesta a los procedimientos de reproducción asistida, se reduce el estrés que la infertilidad y estos tratamientos conllevan, y además, se mitigan los posibles efectos secundarios.

 

En el caso de la mujer, conforme se incrementa su edad, aparece el síndrome de baja reserva ovárica, lo que significa poca cantidad y deficiente calidad de los óvulos. La baja reserva ovárica se caracteriza por niveles de hormona foliculoestimulante, FSH, por encima de 10 U/mL y de la hormona antimulleriana, AMH, por debajo de 2 ng/mL y un recuento de folículos antrales entre los dos ovarios por debajo de 7. Generalmente hay que recurrir a la ovodonación porque los procedimientos de reproducción asistida con los propios óvulos suelen ser poco exitosos. Sin embargo, hoy sabemos que algunas mujeres que están diagnosticas con este síndrome, mediante la preparación natural del terreno bioenergético son capaces de recuperar una función ovárica más vigorosa y producir óvulos viables para la gestación de un bebé sano.

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